Capitulo 1.
Dicen que toda historia tiene un principio y un fin, empecemos por el principio.
Londres, 25 de Noviembre.
Pasear por estas calles es todo un lujo, hoy es un día para enmarcar, increíble pero hoy no llueve. He salio del taller de interpretación hace escasas unas horas y cada día me enganchan mas. Al principio era muy reacia, ya sabéis esos puntos de vergüenza que a todos nos dan en esos momentos y situaciones puntuales.
Pero paro, creo que ya es hora de que me presente, soy Marta tengo 23 años y en realidad no tengo ningún tipo de relación con Londres, pero ya sabéis de vez en cuando es necesario liarse la manta a la cabeza y hacer locuras o como yo lo llamo " Cambiar el chip". Soy Española, si si lees bien española y escribo cada cosa que me pasa para que cuando un día me falle la memoria y no recuerde ningún momento de mi vida, mis nietos me las puedan leer y que a ellos también les sirva de lección.
Vine aquí intentando borrar y empezar de cero, ya sabéis eso que aveces es necesario, perderse eso que todos decimos cuando somos mocosos pero que no hacemos porque estamos atados a estar con nuestros papis.
Hoy he tenido la segunda clase de interpretación y la verdad no me a ido nada mal, fui incentivada por mis dos compañeros de piso Alberto y Hector. Son muy majos todavía recuerdo mi primer día cuando vine a ciegas y casualmente encontré un piso donde buscaban un compañero de piso y curioso también eran Españoles como yo.
No me lo pensé dos veces me dije esta esto es una señal Marta y acepte quedarme con ellos, el piso es muy pequeño pero lo justo para los 3, son muy majetes pero muy ligones y eso a veces esta bien pero creerme a veces cansa.
Tener que mirar a la cara de cada chica que te mira con desprecio, anoche sin ir mas allá me paso un caso con una de ellas.
Alberto y Hector salieron me propusieron hacerlo con ellos pero no quise, no me apetecía ir a esa discoteca de tres al cuarto donde las chicas llevan camisetas como vestidos y zapatos como andamios de obra.
Llegaron a casa cerca de las 5 am, ya es típico en ellos que del ciego que llevan no sepan meter la llave en la cerradura, pero esta noche fue distinta abrieron sin ningún tipo de problema eso si cerraron con un buen portazo que quería decir " Traemos visita"
Siempre suelo salir a la cocina que se comunica con el salón por una barra americana, para ver quien es la nueva chica de esa noche si es mejor o peor que la de ayer, para cuando todos desayunemos a la mañana siguiente poder darle una puntuación os sonará raro pero es algo típico nuestro como nosotros lo llamamos:
"Tertulias mañaneras de Compys"
Me puse mi bata de estrellas, se me olvido decir que tengo un punto muy infantil del que no me avergüenzo porque me encanta, pase por el pasillo y una vez mas Alberto esta vomitando en el váter y Hector había dejado a la tipa de esta noche sentada en el sofá, allí que fui yo, dispuesta a sentarme a su lado.
Lucia: ¡Buenas Noches! dijo chillando
Yo: Buenos Días querrás decir, dije con mala cara por aquel chillido que dio
Me dirigí a la cocina y me prepare un té
Yo:¿Quieres algo de beber? Le pregunte a esa tipa
Lucia: Un cubata, de Ginebra si puede ser
No salia de mi asombro
Yo: Lo siento creo que me has visto cara de Hipercor pero ginebra no hay
Ella lógicamente no sabia lo que significaba Hipercor, pero yo tampoco estaba para dar mas explicaciones a aquella rubia de ojos azules pero con dientes desordenados.
Esa chica era muy horropendica para Hector, bueno el sabrá lo que elige total era una mas una de tantas que pasan por su cama, una mas que tendré que aguantar gimiendo.
Un momento, caí en la cuenta de que Hector no estaba, ¿dónde estaba aquel picha brava que me había dejado allí el pastel?
Se la cargaría en cuanto apareciera...
¿Pero de verdad cuando apareciera después de contar sus escusas por la tardanza me podría cabrear con el?¿ O me convertiría en complice de sus trapicheos?
@LaaCortes

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